Acabamos de pasar San Valentín y el amor sigue en el aire. Aunque no para todos. Porque… ¿Quién no ha sufrido el tan temido y dolido rechazo? Y es que a veces todo se reduce a una cuestión de compatibilidad. Pero si creías que este fenómeno es exclusivo de las relaciones (o los intentos de ellas), nada más lejos de la realidad.
Una de las grandes problemáticas a la hora de realizar trasplantes de órganos ha sido siempre el rechazo que nuestro cuerpo puede desarrollar a la hora de asimilarlos. Concretamente, el sistema inmunológico, nuestra gran estructura defensiva ante agentes infecciosos y otros invasores y que, a la hora de analizar los nuevos tejidos y células trasplantadas, puede llegar a considerarlos como atacantes de nuestro organismo.
En Zinkinn ya os hemos hablado de varios avances a este respecto, como el importantísimo hallazgo que el año pasado realizaron investigadores del Instituto de Salud Carlos III. Avances a los que ahora se une el publicado esta misma semana en la revista “Nature Biotechnology” y que promete abrir un esperanzador camino.
Investigadores de la Universidad de California-San Francisco (EE.UU.) han logrado crear células madre “universales” que, en principio, serían capaces de evitar el rechazo en los trasplantes, ofreciendo una alternativa a los inmunosupresores y sus conocidos efectos secundarios.
¿Cómo lograrlo? Mediante unas células que nos resultan muy familiares en los proyectos de Zinkinn: las células pluripotentes, en su variante de inducidas (iPS). Éstas pueden crearse partiendo de células completamente maduras, como la piel o las células grasas, a través de otra técnica igual de innovadora y boyante últimamente como es la reprogramación celular. Gracias a este procedimiento es posible convertirlas en el mismo tipo de células que comprenden los tejidos y órganos del cuerpo. Esto permitiría trasplantar células de las iPS del paciente receptor en el donante de las células originales, favoreciendo que el cuerpo del paciente que va a recibir el órgano o tejido detecte este nuevo organismo como propio y evitando la respuesta inmunológica.
No obstante, tal como afirma Tobías Deuse, investigador de la universidad y uno de los autores principales del estudio: «Hay muchos problemas con la tecnología iPS, pero los mayores obstáculos son el control de calidad y la reproducibilidad. No sabemos qué hace que algunas células sean susceptibles a la reprogramación, pero la mayoría de los científicos están de acuerdo en que todavía no se puede hacer de manera segura –comenta Deuse-. De hecho, la mayoría de los enfoques a las terapias individualizadas de iPS se han abandonado debido a estas complicaciones».
La investigación, realizada por ahora en ratones, ha sido posible gracias al empleo de CRISPR-Cas9, la novedosa técnica de edición genética que está revolucionando el mundo de la investigación médica. Mediante CRISPR-Cas9 ha sido posible modificar la actividad de tres genes para lograr esta “protección” de las nuevas células madre contra la respuesta del sistema inmune.
Un hallazgo que promete darnos más noticias igual de relevantes en los próximos años.