Que vivimos una auténtica explosión de dispositivos de medición biométrica es un hecho indudable. Desde relojes inteligentes a habitaciones equipadas con todo tipo de sensores, muñequeras o aplicaciones para tu Smartphone, los softwares que permiten mantenerse al tanto del estado de salud del paciente y enviar datos en tiempo real tanto al historial médico como a nuestro especialista han revolucionado el mundo de la medicina. Gracias a estas innovaciones aspectos clave como la prevención o la respuesta rápida han podido mejorar enormemente, conllevando un aumento tanto de la calidad como de la esperanza de vida del paciente.
El siguiente paso lo han dado investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tufts en Boston (EE.UU.), que han ido un paso más allá diseñando un vendaje inteligente capaz de analizar el estado de las heridas cutáneas y, en consecuencia, administrar el tratamiento necesario según lo requiera el paciente. Este dispositivo resulta especialmente útil a la hora de tratar heridas cutáneas crónicas, como las sufridas por grandes quemados o las resultantes de la diabetes, las cuales requieren de una atención continua debido a su alto riesgo de infección a causa de una falta de cicatrización completa permanente.
Tal como explica Sameer Sonkusale, director de la investigación publicada en “Small”, “el nuevo enfoque que hemos adoptado para los vendajes ha sido posible gracias a la aparición de la electrónica flexible. De hecho, esta electrónica flexible ya ha posibilitado el diseño de muchos dispositivos médicos ‘vestibles’. Sin embargo, los vendajes han evolucionado muy poco desde el principio de la Medicina. Tan solo estamos aplicando tecnología moderna a una arte ‘antiguo’ con la esperanza de mejorar el pronóstico de un problema intratable.”
Pero, ¿cómo son capaces estas tiritas inteligentes de detectar cuándo necesita el paciente una nueva dosis de los antibióticos? A través de la medición del pH y la temperatura de la zona afectada, ya que las heridas con un pH superior a 6,5 suelen ser aquellas que han alcanzado una fase crónica y donde incluso se ha producido infección.
Un gran avance que, muy posiblemente, evolucione en otros tipos de dispositivos similares e igualmente prometedores.