El parto en el agua es una muy buena opción para aquellas gestantes de bajo riesgo que desean una alternativa a la epidural y desean un método no farmacológico para el alivio del dolor.
La bañera se puede utilizar tanto en el periodo de dilatación como en el expulsivo.
El agua posee propiedades térmicas citogenéticas que hacen que la mujer, al estar relajada, sienta un gran alivio del dolor y esto es por la temperatura del agua, que oscila entre 36,5º y 37,5º, dependiendo de la fase, y además, siente que su cuerpo no pesa por la flotabilidad dentro del agua. Al relajarse, segrega más endorfinas y oxitocina, lo que hace que se promueva la fisiología del parto natural. Otro de los beneficios del agua es que aumenta la perfusión uteroplacentaria y en consecuencia la oxigenación del bebe.
Las mujeres que utilizan la bañera, tienen un mayor control del proceso y sienten más satisfacción. Entre otros beneficios también se encuentra un mayor numero de partos vaginales fisiológicos, menor trauma perineal y una tasa cero de episiotomías.
La adaptación del bebé a la vida extrauterina es más pausada y tranquila. Diversos estudios abalan la seguridad, tanto para la madre como para el recién nacido.
Ventajas
· Dentro de la línea de atención al parto humanizado y respetado, en los paritorios se cuenta con diferentes herramientas: esferodinamia, lianas, la silla de partos y también la bañera.