Este proyecto implanta la tecnología de impresión 3D en la práctica clínica habitual, cambiando la filosofía del yeso convencional para inmovilizar las fracturas por la idea de sistemas de obtención de piezas de plástico.
Esto permite obtener férulas digitales y piezas de plástico que se utilizan en situaciones donde el metal está prohibido.
Además de inmovilizar fracturas, estas piezas pueden utilizarse para preparar cirugías que requieran crear un modelo previo para que el cirujano se haga una idea previa de cómo es la fractura o cómo van a quedar los fragmentos una vez reducidos, para diseñar implantes especiales para fracturas o guías de corte para modificar determinadas formas de hueso.
El proceso parte de la confección, a través de unas impresoras de plásticos, con chorros de tinta que configuran una pieza en 3 dimensiones. Primero se realiza un escaneo de la pieza mediante un escáner digital y a partir de ahí se obtiene la pieza final.
El beneficio que percibe el paciente es la obtención de una pieza personalizada para lo que antes tenía que llevar una ortesis o un yeso de escayola.
Por otro lado, el cirujano antes de una cirugía también tiene ventajas, ya que le permite tener guías personalizadas durante la operación para poder realizar mejor el procedimiento.
Autor / Investigador:
Antonio Laclériga Giménez