Al operar una prótesis de rodilla, tenemos dos complejidades: una es devolver una alineación correcta a la pierna y la otra es dejar la rodilla lo más estable posible con los propios ligamentos de la rodilla.
En la cirugía convencional se realizan los cortes óseos y el balance de la rodilla de los ligamentos con guías metálicas que se colocan en la rodilla y nos ayuda a hacer las resecciones. Al equilibrar la rodilla, lo más complicado es medir los espacios de la articulación para alterar el posicionamiento del implante y así conseguir la mayor estabilidad posible.
Para apoyarnos en esta operación, contamos con nuestro sistema de navegación, cuya función es mostrar en una pantalla dividida, a un lado lo que estamos haciendo y al otro lado lo que implicaría en el resultado final de la rodilla.
Ventajas
– Acelerar el proyecto de la intervención y mejora la estabilidad final de la rodilla.