La lucha contra el cáncer no es un proceso fácil ni cómodo para el paciente. Afortunadamente, la supervivencia a la enfermedad aumenta año tras año. Sin embargo, continúa dejando secuelas como cansancio a largo plazo, dolores musculares o disminución de la función cognitiva. Habiendo detectado estos problemas, la única solución con resultados eficaces hasta la fecha ha sido la actividad física.
Por eso, se ha decidido organizar desde el hospital la actividad de Marcha Nórdica de cara a mejorar su calidad de vida. Los pacientes son valorados por el rehabilitador y el fisioterapeuta, realizando un walking test que permite graduar la intensidad del ejercicio. También se controla la frecuencia cardiaca a través de unos relojes que los pacientes portan en la muñeca y que ofrecen marcadores biométricos.
Ventajas
- Mejora física y de la calidad de vida de los pacientes oncológicos a través de una de las actividades físicas más completas.