Se comenzó en el año 2013 con una impresora 3D, eso ya era un hito porque hasta ese momento no se había utilizado la impresión 3D de oficina dentro de un hospital. La impresora se adquirió con una beca del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología y en ese momento se pudo trasladar la imagen radiológica de un paciente, el estudio del TAC o de la resonancia a un modelo físico, que se podía tocar y tener a escala real.
A partir del estudio de imagen se trabaja el modelo 3D. El modelo 3D se trata en el entorno virtual, dentro del ordenador, y en el entorno real, con el modelo impreso permite hacer y enriquecer todas las etapas del proceso asistencial: la comunicación, la planificación, la formación y docencia que es fundamental en un hospital universitario. Además de la parte intraoperatoria dentro del quirófano.
Y aquí es donde se intenta implementar todo aquello desde una filosofía coste/efectiva que se pueda utilizar realmente en casos clínicos. Existen dos tipos de tecnologías: la primera impresión que se basa en plásticos, donde se funde capa a capa un filamento plástico que permite construir el modelo partiendo de la nada y otra tecnología que se basa en resina unas resinas líquidas que se pueden fraguar, se pueden curar con la luz, ya sea laser o ultravioleta y permite crear modelos con unas características y una consistencia diferentes.
En cualquier caso, al final se crean modelos de utilidad para casos reales.
Ventajas
Es una tecnología que encaja muy bien en la nueva medicina, la medicina que se llama personalizada o medicina de precisión.