Este proyecto tiene como finalidad mejorar la vida del paciente tras su paso por la UCI. ¿Por qué? Por la prevalencia de entre un 30% y un 50% del conocido como síndrome post-UCI en los pacientes que han sido ingresados en esta unidad.
La finalidad del proyecto va más allá de prevenir la aparición de este síndrome: sino además diagnosticarlo y tratarlo incluso cuando ya han sido dados de alta. Para ello se ha creado una red asistencial que recoja y apoye a los pacientes dados de alta, con una interacción muy dinámica y asidua con los médicos de atención primaria.
Sin embargo, el síndrome no se limita a los pacientes. Sus familias también pueden sufrirlo, llegando a afectar tanto a nivel físico como sociológico.
Entre las consecuencias del síndrome se encuentran malnutrición, falta de músculo esquelético, problemas psicológicos, sociológicos y familiares. Por todo ello es importante realizar el citado seguimiento, procurando paliar todas estas secuelas.