El óxido nitroso es un analgésico ampliamente conocido desde el siglo pasado, pero lo que resulta novedoso de este proyecto es su aplicación en el trabajo de parto. Lo que motivó a los responsables de esta iniciativa a empezar a aplicar este tipo de analgésico fue la necesidad de encontrar alternativas a la analgesia epidural para estar a medio camino entre un parto en el agua y la propia anestesia epidural.
Este tipo de anestésico es una mezcla de oxígeno y óxido nitroso al 50 por ciento. Disminuye en gran medida la percepción del dolor en las mujeres y permite que la mujer se pueda seguir moviendo y permanecer en posiciones verticales. Igualmente, ofrece la posibilidad de tener un parto en el agua y, lo que es más importante, no tiene ningún efecto perjudicial sobre el recién nacido.
El 98 por ciento de las madres que han utilizado el gas refieren que lo utilizarían en su próximo parto, y las tasas de parto eutócico aumentan en gran medida cuando se utilizan estos analgésicos que interfieren menos en la fisiología del parto.
Ventajas:
Disminuye la percepción del dolor y permite que la mujer se pueda seguir moviendo y permanecer en posiciones verticales.
Ofrece la posibilidad de tener un parto en el agua y no tiene ningún efecto perjudicial sobre el recién nacido.