El proyecto consiste en el desarrollo de un tratamiento mediante estimulación magnética capaz de paliar los efectos causados por un ictus isquémico agudo. Este tratamiento consiste en la aplicación de corrientes magnéticas a nivel cortical-cerebral, de forma no invasiva y no dolorosa. Esto permite modular la actividad cerebral, permitiendo mejorar la recuperación de los pacientes, especialmente en la función motora.
Una de las principales novedades en la aplicación de este tratamiento es el momento de su puesta en marcha, entre 24 y 48 horas tras sufrir el ictus. ¿Por qué es importante este detalle? Porque el cerebro se está reorganizando tras el accidente cerebrovascular y se favorece una mejor rehabilitación partiendo desde este punto en lugar de días más tarde.
Ventajas
- Aplicación de la estimulación magnética transcraneal para reducir las secuelas de un ictus agudo isquémico.