La retinopatía diabética es una enfermedad que ha triplicado su incidencia en los últimos quince años. Actualmente es la causa más frecuente de ceguera en la población de países desarrollados como el nuestro. Es por tanto muy importante realizar un diagnóstico precoz de la retinopatía diabética en general y del edema macular diabético en particular, siendo muy importante la colaboración entre atención primaria y atención especializada.
Actualmente los programas de diagnóstico precoz de la retinopatía diabética se basan en las retinografías en color, es decir, en las fotografías de fondo de ojo, pero estas fotografías son imágenes bidimensionales que no consiguen detectar edemas maculares precoces sino edemas maculares ya establecidos para los que los tratamientos son menos eficaces y más caros.