Hoy es el Día Mundial de la Salud. Y no porque sea oficialmente el que los engloba a todos, sino porque el 7 de abril se celebra el nacimiento de la OMS, la organización de salud más importante del mundo. Sin embargo, al contrario de lo que suele ocurrir en los cumpleaños, no queremos ponernos nostálgicos y sí mirar hacia el futuro, repasando algunos de los avances tecnológicos más punteros en materia de salud que llegarán a los hospitales y centros médicos en los próximos años.
- Google Glass: a pesar de prometérselas como todo un éxito de ventas, las Google Glass no acabaron de cuajar entre el gran público. No obstante, profesionales de diferentes áreas han sabido sacarle mucho, pero que mucho partido. Tal es el caso de los cirujanos, que pueden retransmitir en directo sus intervenciones, tanto para recibir asistencia como para mostrarlas a estudiantes de medicina.
- Nanorobots: lo que hasta hace tan solo una década parecía ciencia ficción, hoy es una realidad. Concentrados e ingeridos en una simple píldora, los nanorrobots serán capaces de ejercer como “mecánicos” de nuestro cuerpo, reparando puntos concretos de forma mucho más precisa y rápida.
- Realidad virtual y realidad aumentada: apoyándose de nuevo en tecnología como Google Glass pero, especialmente, en gafas de realidad virtual comercializadas ya desde hace un tiempo, las Oculus Rift, la realidad virtual y aumentada permite mostrar procesos médicos como nunca antes. ¿Cómo? Situando al estudiante y al profesional directamente en, por ejemplo, la intervención quirúrgica, llevando la difusión del conocimiento médico más pragmático a niveles hasta ahora imposibles de concebir.
- Impresión 3D: más allá de simpáticas figuritas de películas Marvel, la impresión 3D ha abierto todo un mundo de posibilidades. Un claro ejemplo de ello ha sido la posibilidad de imprimir órganos con biomateriales, una realidad emergente que se hará plenamente efectiva en los próximos cinco años y que promete revolucionar el mundo del trasplante.
- Implantes biónicos: de nuevo, este es el fruto de dos avances que se unen para ofrecernos grandes esperanzas en materia de salud. Apoyándose tanto en la impresión 3D como en la nanotecnología, los implantes biónicos consisten en tecnología microscópica que permitirá, aparte de la citada “reparación” del cuerpo, medir su funcionamiento y actuar como sistema de alerta frente a situaciones de riesgo.