Con la llegada del verano y las ganas de volver a la playa vuelven las mismas advertencias: hay que tomar precauciones a la hora de exponerse al sol. Porque los bronceados pueden salir muy caros y la incidencia del melanoma maligno va en aumento en todo el mundo. Se estima que en un año se detectarán 232.000 nuevos casos a nivel global, provocando 55.500 fallecimientos.
La prevención, por supuesto, siempre es la mejor terapia. Usar un buen protector, adecuado tanto para los rayos UVA como UVB, es indispensable para disfrutar de un moreno saludable sin consecuencias desagradables. Sin embargo, y no sólo por una exposición inadecuada a los rayos del sol, en ocasiones toca enfrentarse al melanoma y como suele ser habitual ir un paso por delante de la enfermedad, diagnosticándola con la mayor celeridad posible, puede suponer la diferencia entre un resultado y otro.
Pero, ¿hasta qué punto son infalibles los diagnósticos humanos y cómo puede mejorarlos una inteligencia artificial? Esta es la pregunta que se ha formulado un grupo de investigadores alemanes, norteamericanos y franceses y que ha dado como resultado un estudio publicado en la revista oncológica Annals of Oncology. En el mismo, los investigadores dotaron a una red neuronal artificial (CNN) de la información necesaria para detectar melanomas malignos, mostrándole más de 100.000 imágenes de este tipo de cáncer de piel, así como de lunares benignos. Posteriormente compararon los resultados con los obtenidos tras realizar una prueba similar con 58 dermatólogos internacionales y los resultados fueron sorprendentes. La inteligencia artificial logró identificar un 95% de los melanomas, frente al 86,6% de acierto que lograron los dermatólogos, una cifra realmente buena a pesar de todo.
“Estos hallazgos muestran que las redes neuronales convolucionales de aprendizaje profundo son capaces de superar a los dermatólogos, incluidos los expertos ampliamente capacitados, en la tarea de detectar melanomas”, afirma Holger Haenssle, médico jefe del Departamento de Dermatología de la Universidad de Heidelberg, Alemania. “La CNN dejó sin diagnosticar menos melanomas, lo que significa que tenía una sensibilidad más alta que la de los dermatólogos, y diagnosticó erróneamente menos lunares benignos como el melanoma maligno, lo que significa que tenía una mayor especificidad, lo que daría como resultado una cirugía menos innecesaria.”
Una demostración más sobre cómo la tan temida (especialmente por el cine) inteligencia artificial es mucho más que una voz encantadora en el Smartphone recomendándote el último restaurante de moda: es el futuro de la medicina. Y ha llegado para quedarse.
