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El color llega a las radiografías

Innovación tecnológica
radiografia

Seguro que tienes más de una en casa, guardada en algún cajón. A veces cuesta distinguir lo que aparece ahí representado, aunque nos aseguren que es nuestra cabeza o el tobillo. Por supuesto, lo que de verdad importa es que lo sepa nuestro médico, pero, ¿y si le pusieran un poco de alegría a todas esas radiografías?

Mars Biomaging, una empresa neozelandesa, lo ha conseguido, creando las primeras radiografías a todo color gracias a un nuevo tipo de escáner capaz de sacar radiografías 3D.

Más allá de una mejora estética con respecto a los tradicionales escaneos en blanco y negro de nuestro cuerpo, esta nueva tecnología ofrece imágenes más detalladas y precisas, ayudando a los especialistas a dar con esos aspectos que, muchas veces, pueden pasarse por alto en las radiografías comunes por falta de contraste.

Desarrollado por dos científicos de las Universidades de Canterbury y Otago en Nueva Zelanda, el escáner basa su tecnología nada más y nada menos que en el mismo sistema de rastreo de partículas empleado en el Colisionador de Hadrones, el famoso acelerador de partículas del CERN.

“¿Qué pasaría si, en lugar de imágenes en blanco y negro de una radiografía de rayos X, el doctor de un paciente de cáncer tuviera acceso a imágenes en color identificando los tejidos que habían sido escaneados? Esta técnica de imagen de rayos X en color puede proporcionar imágenes más claras y más precisas para ayudar a los doctores a dar a sus pacientes diagnósticos más precisos”, han asegurado desde el CERN.


 

El funcionamiento del dispositivo se sustenta en la actividad de un detector capaz de captar la información de color o energía de los rayos X, funcionado de forma similar al sensor de una cámara digital. El chip Medipix3, eje del detector, analiza los cambios en las longitudes de onda conforme los rayos X atraviesan los diferentes materiales del cuerpo, por lo que es capaz de distinguir entre hueso, músculo, grasa, líquidos y demás materiales y tejidos.

Aunque de momento se encuentre en fase de prueba limitada a Nueva Zelanda, ya está obteniendo resultados más que satisfactorios en análisis realizados a pacientes con cáncer, reuma, cirugía cerebral y odontología.

Está claro que el futuro de la medicina supondrá, literalmente, otra forma de ver las cosas. En este caso, una más colorida.