Todos sabemos que la alegría siempre resulta más beneficiosa para el cuerpo y la mente que la tristeza. Nos sentimos más activos, rendimos más en el trabajo y afrontamos de forma diferente los problemas. Y seguro que más de una vez has escuchado aquello de “morir de pena”, una frase hecha que quizá no lo sea tanto a la vista de un reciente estudio de la Rice University (EEUU).
Liderado por el doctor Chris Fagundes, profesor de ciencias de la psicología de dicha universidad, y publicado en la revista Psychosomatic Medicine, el estudio se ha basado en el ya conocido fenómeno de la inflamación cerebral y su vinculación con la aparición de numerosas patologías.
Durante el periodo de duelo, algunas personas experimentan síntomas depresivos y procesos inflamatorios que se han relacionado con el aumento del riesgo de problemas cardiovasculares e incluso con el incremento de la mortalidad prematura. La muestra de personas analizadas ha arrojado resultados realmente interesantes, encontrando que aquellos individuos con mayor nivel de aflicción en su proceso de duelo presentan unos niveles más altos de inflamación que aquellas que, pasando por un proceso idéntico, muestran un menor nivel de dolor emocional.
“La muerte de un ser querido es un evento estresante capaz de provocar trastornos del sueño, un fenómeno ya de por si estresor que aumenta la actividad del sistema inmune.”, afirma Diana Chirinos, miembro del equipo investigador.
Gracias a estos resultados, el equipo de Fagundes se plantea ahora cómo diseñar mejores tratamientos preventivos capaces de mejorar la calidad de vida, tanto a nivel fisiológico como psicológico, de aquellas personas que han padecido la pérdida de un ser querido, especialmente a edades avanzadas.
Según Chirinos, durante los seis meses que siguen a la pérdida, las personas que enviudaron presentan un 41% de mayor riesgo de mortalidad, elevándose hasta el 53% en casos de riesgos cardiovasculares previos.
Una muestra más sobre cómo el cuidado del bienestar de la mente es un paso indispensable para disfrutar del bienestar corporal.
