La gastroenteritis es uno de los motivos más frecuentes por los que solemos acudir a las urgencias ambulatorias y hospitalarias, especialmente en verano, donde los alimentos corren más riesgo de estropearse. El responsable en la mayoría de los casos, al menos en occidente, tiene un nombre: el norovirus. De hecho, en países como Estados Unidos el norovirus se encuentra como la causa de la gastroenteritis hasta en el 90% de los casos de cada año, llegando a afectar a entre 19 y 21 millones de personas. Debido a su alta capacidad de contagio, detectarlo incluso en sus niveles más bajos resulta de vital importancia para evitar nuevos casos, especialmente en los entornos cercanos al paciente. Y ahora, un dispositivo totalmente innovador y basado en la tecnología de los smartphones parece que puede ayudar a su diagnóstico, revolucionando los métodos conocidos hasta la fecha.
Tres investigadores de la Universidad de Arizona en Tucson (EE.UU.), Jeong-Yeol Yoon, Soo Chung y Kelly A. Reynolds, presentaron en la revista ACS Omega el nuevo método de detección, cuya sencillez ha sorprendido a la comunidad médica: tan sólo es necesario papel y un Smartphone.
Actualmente, a la hora de detectar los norovirus es necesario contar con un laboratorio equipado con toda una serie de microscopios de diferente rango, láseres y espectrómetros, lo que incrementa el coste de las pruebas así como la dificultad de poder disponer de todo el equipo.
(Partículas del Norovirus. Foto: (Charles D. Humphrey/CDC)
“La estructura fibrosa del papel permite a los líquidos fluir espontáneamente sin necesidad de bombearlos, como ocurre con los chips de silicona o de otros materiales que se usan tradicionalmente (en estas pruebas).”, ha explicado Chung. En dichas pruebas, los investigadores miden cómo se refleja la luz en una muestra del norovirus mediante un análisis de espectrometría, algo que puede llegar a plantear una serie de problemas cuando se emplea el papel debido a la superficie porosa del mismo y los efectos que tiene sobre la luz, creando reflejos indeseados y una degradación de la base. La solución a este problema ha aparecido en forma de microesferas fluorescentes, una alternativa a la medición de la intensidad lumínica que ha resultado de lo más eficaz.
El método, según amplían los investigadores en el artículo de la revista, se basa en añadir agua a un extremo de un chip fabricado con papel microfluídico y microesferas de poliestiero fluorescente en el otro, éstas últimas unidas a un anticuerpo capaz de atacar al virus. Si el norovirus se encuentra presente en el agua vertida, será atacado por los anticuerpos, uniéndose a las partículas del mismo y, por tanto, creando un campo de fluorescencia. Las microesferas, de mayor tamaño que las partículas del norovirus, pueden fotografiarse con un Smartphone, dispositivo al cual le han añadido una app que, además, es capaz de cuantificar las partículas del virus de forma automática.
El abaratamiento y la sencillez del proceso, como en tantos otros casos, promete una mejora más que notoria de la salud pública gracias a la mayor celeridad a la hora de detectar la incidencia del norovirus.